El Oviedo Baloncesto cayó derrotado por un abultado 87-47 ante el Palencia Basket
Por mucho que el Oviedo Baloncesto fuera la bestia negra del conjunto de Natxo Lezcano, ayer se pudo observar la gran calidad de los palentinos. Demostraron que no acabaron la liga segundos por nada, dando un recital de baloncesto.
El Oviedo estuvo apoyado por varios aficionados carbayones que contemplamos como se nos escapaba el partido. Desde lo más alto del pabellón (donde nos encontrábamos) podíamos observar que, junto con Fitzjeral, Radosav Spasojevic estaba con el chándal puesto y sin calentar con el resto de compañeros. Otro lesionado con el que Guillermo Arenas no podría contar. Además, Juan García llegaba tocado. Las cosas se nos complicaban antes de empezar el encuentro.
El balón empezó a botar y pronto se vio la superioridad palentina de cara al aro. Todo les entraba, anotaban en casi todos los ataques. Mientras, a nosotros no nos entraba una. Un dato. En todos los porcentajes de tiro, el Palencia supera el 50 % mientras que, los asturianos rondan el 25%, con un 53% en tiros libres. En este cuarto salió Brandom Garret que, junto a Diego Sánchez, fue el líder del equipo. Este cuarto acabó 28-14 y dio paso al periodo con menos anotación ovetense de la temporada.
En este cuarto a los dos equipos les falló la puntería. Empezó con dos triples de Carles Bravo que no daba muchas esperanzas. Solo se metieron 8 puntos más hasta el descanso, cuatro palentinos y cuatro de Fran Cárdenas para los visitantes.
Partido de ayer Foto; Cristina Romero |
En el último periodo, la apisonadora palentina siguió agrandando su diferencia. Los de Natxo Lezcano no pararon hasta oir la bocina que indicó el final del partido, que terminó 87-47.
Así concluía el, posiblemente, peor partido del Unión Financiera Baloncesto Oviedo de la temporada. El MVP fue Urko Otegui (22 val.). Los mejores de los visitantres fueron Diego Sánchez (10 val.) y Brandom Garret (9 val.). El próximo encuentro será este domingo a las 19:30. Estadísticas.
Pero aún así degustamos unos sándwichs estupendos al final del partido para nuestro regreso a Oviedo
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