Este sí que es el Oviedo que yo recordaba

El Oviedo Baloncesto cayó por 69-65 contra el Palencia Basket en un partido en el que cualquiera de los dos pudo llevarse la victoria.

Tras la estrepitosa derrota por 40 puntos el pasado viernes, parecía prácticamente imposible ganar el segundo partido. Había que cambiar muchas cosas y no se podría contar con jugadores tan importantes como Van Wijk o Radosav Spasojevic. Pero, si algo se les da muy bien a nuestros chicos es sorprendernos, y ayer lo consiguieron con creces.

Vista del Marta Dominguez desde la
grada carbayona en el primer partido

Tuvieron además el apoyo de la gran afición al baloncesto que se está formando en Oviedo. En ambos partidos los aficionados ovetenses tiñeron el Marta Dominguez de azul, y animaron por muy cerca que estuviera la derrota (ver vídeo de la afición en el primer partido). También hay que mencionar a los amantes del baloncesto que siguieron el partido desde el auditorio y desde sus casas, que vivieron un apasionante final que se podría haber llevado cualquiera de los dos, pero que esta vez fue para el Palencia.

El partido empezaba con más aficionados carbayones que en el encuentro anterior, y seguro que salieron más contentos. El Oviedo empezó marcando el tiempo, recuperando ese acierto que le había faltado en el duelo anterior y con un Víctor Pérez que volvía a liderar a los asturianos. Al 3-14 en el marcador se llegó. Pero los de Natxo Lezcano reaccionaron y, tras un parcial de 7-0, dejaron el marcador 17-18 para que comenzara el segundo cuarto.

El segundo cuarto siguió muy igualado, con canastas para los dos equipos. Garret volvía a tomar protagonismo, pero no con tanta brillantez como en el partido anterior. Capturaba rebotes, pero fallaba la canasta; robaba balones, pero fallaba los pases. Aún así y, aunque no lo reflejen las estadísticas, Brandom Garret ayudó mucho en el partido. Víctor Pérez seguía en estado de gracia y, tras dos triples, los jugadoresd se fueron camino de los vestuarios con un esperanzador 35-37.

Partido entre el Palencia y el Oviedo
Foto: Rubén Moro

Las cosas pintaban bien, parecía que se iba a producir un final apretado, y se produjo. Pero de ello hablaremos más adelante. En el tercer cuarto Palencia se puso por delante en el marcador. Una vez asentados lo de Natxo Lezcano por delante de los asturianos, el partido volvió a su igualdad, con canastas de ambos seguidos. Cuando uno metía un triple, el otro metía otro aún más espectacular. Con esta dinámica se llegaba al final del tercer cuarto y comenzaba el último acto en el Marta Dominguez con un 51-49.

Calentamiento del OCB previo al partido
 Foto: Jesús Tomás Rodríguez

El último cuarto fue agónico. Los palentinos parecía que se iban, tras anotar un buen parcial. Pero los jugadores del Oviedo, que como bien dijo Tito Díaz (entrenador del Coruña) en su día "son jugadores que cuando entran en racha es muy difícil pararlos", anulaban sus buenos parciales con otros mejores. Y así se mantuvo el resto del partido hasta que, otro buen parcial palentino a 1:30 para el final parecía que dejaba sentenciado el partido. Pero Guillermo Arenas pidió tiempo muerto y sabe dios lo que les dijo a los jugadores, pero, fuera lo que fuese, surtió efecto. Una canasta de Garret y un fallo del Palencia ponían un 68-65 en el marcador. Había que jugársela a un triple, y el indicado parecía claro. El balón llegó a Víctor Pérez y lanzó el triple. Parecía que el tiempo se paraba y, tras dar en el aro y parecer que entraba, el triple se salió. Un tiro libre de Urko Otegui puso fin a un partido que podría haber sido el 1-1, pero que fue el 2-0. 69-65 en el marcador ante la impotente mirada de los aficionados ovetenses desplazados a Palencia o que vieron el partido por internet o en el auditorio.

El MVP fue Víctor Pérez (19 val.), seguido muy de cerca por los 17 val. de Carles Bravo (estadísticas). Pero esto no ha acabado aquí, todavía se puede remontar la eliminatoria. Nada es imposible con este equipo. Los de Palencia se van a enterar de que es el fortín de Pumarín y de que representa, y seguro que lo van a pasar muy mal.
 

Afición carbayona en su llegada al pabellón
 Foto: Jesús Tomás Rodríguez